Viernes 29: Me habían dicho que el bus a Queenstown lo agarraba a 2 cuadras del hotel, pero esas 2 cuadras eran en realidad como 20, casi me deja el bus, porque aparte las calles congeladas no dejaban caminar bien arrastrando dos maletas. Luego de algunas paradas en el bus aburrido (extrañando ya el bus del tour), llego finalmente a Queenstown (9 horas de camino). En la noche me reuno con Kristi que aún estaba en Queenstown y pasamos por el sitio de alquiler de equipos de Snowboarding para hacer una reserva y alquilar algunas cosas para el día siguiente. Luego fuimos a un sitio buenísimo clandestino con las mejores pizzas de Queenstown, ya no estaba todo tan nevado pero seguía frío.
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